Patrimonio

Patrimonio
Muralla

La población se congregaba en la ladera oriental de la cima del cerro, protegida por una muralla o barbacana exterior que fue levantada en época cristiana. Esta defensa, dotada de cinco torres redondas, tiene trazado poligonal y una longitud de 250 m., con una anchura media de 2 m. La fábrica es de mampostería de gran formato dispuesta en tongadas regulares convenientemente enripiadas. La cimentación se asienta sobre la misma roca. Algunas de las torres alcanzan los 20 m. de altura hacia el exterior. Como dato singular, uno de quiebros es aprovechado como coso taurino en las fiestas populares que se celebran cada año en la localidad. La entrada principal al recinto intramuros, conocida en la población como la «Puerta de la Villa», se abre en el lado sudeste y es de sillería con arco de medio punto, pudiendo fecharse en el s. XVI. Cabe citar, como curiosidad, los genitales tallados en la cara interior de esta puerta, a modo de talismán protector, tradición que proviene de la cultura romana (fascinum). Se conserva, además, una segunda puerta, de menor envergadura, adintelada, poco más que una poterna, en el flanco norte, conocida como «Puerta de Gata» por dar salida hacia esta población. Sabemos que en el siglo XVI se encargó también el proyecto de reparación de esta muralla a Pedro de Ybarra, siendo entonces de piedra y barro y estando caída en numerosos puntos, aunque en esta ocasión fue el maestro Domingo Simón quien llevó a cabo la obra.

Tipo
Monumento

Localización